Dada el bajo costo de fabricación son las más extendidas y usadas.
Se pueden clasificar en:
Baterías de ácido abierto
Son las baterías más básicas y sencillas, estas prácticamente no han evolucionado desde que se concibieron en el año 1859, estas requieren de un mantenimiento exhaustivo del electrolito para que no se formen cristales de plomo en las placas debido a la falta del electrolito. Cuando esta batería esta realizando el proceso de carga o descarga emite hidrógeno, este gas es muy explosivo además de tóxico.
Baterías de ácido plomo sin mantenimiento
Son una evolución de las de baterías de ácido abierto, la única diferencia es una válvula a la salida de las celdas, la cual recombina el gas evaporado al cargar/descargar la batería y recupera parte de el agua que se evapora. Pese a que no tienen mantenimiento la duración de esta batería esta estimada en 5 años, aunque son sin mantenimiento también emiten gases nocivos y explosivos.


Configuraciones
Todas las baterías monoblock sean de la tecnología que sean (excepto litio) están formadas por vasos 2 voltios. La configuración típica es la mostrada en la figura con una configuración de 6 vasos.
La densidad, tipo, capacidad, etc. Es proporcional a la capacidad y tipo de cada uno de los vasos que componen la batería.
Incluso en una misma tecnología de batería existen distintos tipos en función de la aplicación para la cual la batería fue concebida, y en función de la configuración interna de los vasos que la componen las características eléctricas varían.

Los vasos con este diseño son específicamente fabricados para baterías de arranque, las cuales deben soportar cargas muy altas en ms.

A diferencia del anterior las placas son mucho más gruesas y están mas separadas, lo cual limita la corriente disponible de pico, pero permite aumentar la capacidad total de la batería.
Las baterías que están configuradas con este tipo de vaso permiten profundidades de descarga muy altas.